Lavar la ropa, una tarea que cada vez requiere menos tiempo, gracias a la tecnología que va facilitando los quehaceres del hogar. Hoy en día poner una lavadora no deja de ser una carga pero no como era hace años.
Hace no mucho esta limpieza era un esfuerzo considerable, ya que la ropa se lavaba a mano.Para comenzar, los jabones que se utilizaba eran caseros, se elaboraban a base de aceites reciclados que se iban almacenando en botes, luego se mezclaban con lejía líquida a base de sosa cáustica, agua y sal, de ahí salía una masa que al enfriar se moldeaba dando como resultado jabón.
La colada era un trabajo que realizaban las mujeres, casi siempre en grupo, pues se necesitaba de la ayuda de vecinas, amigas o familiares. Se empleaban días en esta labor ya que había que mojar la ropa, enjabonar, realizar el colado de la ropa y luego el aclarado.
En aquel entonces las telas eran bien distintas, más rudas y complicadas de asear, hoy la dificultad es la diversidad de géneros, usamos más prendas de tejidos delicados que requieren más minutos de atención, clasificación, lavados a mano o en tintorerías.
Los trabajos, en el campo o fábricas, antaño eran menos higiénicos, la ropa se ensuciaba más y además se usaba mucho más tiempo que hoy, como además no se lavaba la ropa con tanta frecuencia esa ropa se mantenía sucia y guardada a veces hasta casi un mes.
Otro inconveniente que tenía esta labor era se efectuaba en ríos o lavaderos públicos, por lo que dependían del clima o simplemente se soportaba el mal tiempo.
Si lo pensamos detenidamente, una lavadora en casa es de las cosas que más nos facilitan la vida, puede ponerla cualquiera, la mujer o el hombre, sin dificultad, solamente teniendo en cuenta algunas cosillas que ya os iremos contando.
Cuando lavar la ropa era cuestión de días.