Los tejidos que se emplean para confeccionar la ropa están compuestos de distintos tipos de fibras, unas naturales y otras sintéticas. Algunas personas pueden padecer una alergia a algún tipo de esas fibras, o simplemente una intolerancia, que es distinta a la reacción alérgica. Pero normalmente las repercusiones que se sufren en la piel por contacto con la ropa suelen estar provocadas por sustancias empleadas en la fabricación de las prendas, como los componentes de colorantes para tintes o los formaldehídos que se usan para el apresto de la ropa.
Una intolerancia a algún tipo de fibra puede producir eczemas o lesiones derivadas del picor provocado por el tejido en sí o por las etiquetas o elementos decorativos de la ropa, este tipo de síntomas pueden desarrollarlos personas con piel atópica o seca.
La respuesta alérgica se deriva por el contacto con la sustancia química del textil de las telas y prendas de vestir, lo que puede provocar, dependiendo de cada persona, distintas intensidades de las reacciones en la piel, desde un eczemas, descamación, prurito, ronchas, erupciones cutáneas, inflamación en la piel, dermatitis de contacto pero también estornudos, mareos y dolores de cabeza. Para evitar estos síntomas lo recomendable es no estar en contacto con el textil que genera la alergia para no alterar la calidad de vida de las personas que sufren este problema.
Algunas de las fibras naturales que originan alergias son la lana, sobre todo en los más pequeños de la casa, y el algodón. De entre las fibras textiles sintéticas causan alergia el poliéster, nylon, spandex, viscosa y lycra, ya que estas telas sintéticas tienen menos capacidad de transpiración y absorben menos la humedad.
También algunas prendas de ropa elaboradas con plumas ocasionan alergia en la piel, rinitis alérgica, estornudos o goteo nasal.
Además de las fibras textiles, las etiquetas, costuras, cremalleras, elásticos y decoración de la ropa pueden causar reacciones.
Las personas que tiene alergia a determinados textiles deben usar fibras naturales sin procesamiento químico y procurar lavar la ropa con detergentes suaves y sin perfumes o lavarla sin detergentes ni suavizantes.