Hay días en los que notamos la garganta irritada, la piel y los labios más secos o incluso el pelo más sucio, todo ello está causado por la contaminación atmosférica. Esos síntomas se notan mucho más en los entornos urbanos, donde la polución es mayor y donde vive más de la población mundial, sin embargo la contaminación está en todas partes, vivir en un entorno más rural no te libra de sus efectos.
La piel es como un escudo ante las agresiones del ambiente pero a la vez nota muy rápido los efectos negativos del descenso en la calidad del aire exterior y también del que respiramos en los interiores en los que pasamos gran parte de nuestra vida. Los contaminantes y las toxinas en suspensión afectan muy nocivamente a la salud de nuestra piel, ensuciándola y degenerándola.
El monóxido de carbono disminuye el oxígeno en los tejidos, quedando la piel más expuesta a los radicales libres, ralentiza el metabolismo de la piel y la producción de colágeno, toso ello se traduce en una tez seca y apagada, que envejece prematuramente. El dióxido de azufre puede causar irritación en la piel y hacerla más sensible, el ozono y el óxido de nitrógeno también produce que la piel se irrite, este más reactiva y predispuesta a las alergias.
Las principales consecuencias de la polución ambiental en la piel son su degradación y rápido envejecimiento cutáneo, con arrugas, manchas, perdida de flexibilidad y luminosidad, aparición de acné, deshidratación, alergias y dermatitis, una patología que supone el 25% de las consultas de Dermatología y que van en aumento en los últimos tiempos, según la Academia Española de Venereología y Dermatología (AEVD).
Un estudio realizado por la empresa Olay demostró que las mujeres que viven en lugares muy contaminados tienen la piel más deshidratada que las que viven en zonas con menor polución, aunque se cuiden más. Desde la Universidad de Berkeley, los científicos ya alertaron de que en las zonas urbanas, donde la contaminación es mayor la piel se debilitaba más por la disminución de los niveles de vitamina E. Por esto el 80% de dermatólogos confirma que la contaminación causa problemas de piel.
Por supuesto cada piel es un mundo, los factores genéticos, las condiciones ambientales como la temperatura y humedad así como el cuidado que le procuramos puede variar la capacidad de absorción dérmica y por eso la piel no reacciona de la misma manera.
Es muy importante seguir una rutina en el cuidado de la piel que nos ayude a combatir los síntomas de la contaminación, así que en el próximo post te contamos algunos trucos para lograr reducir estos efectos negativos de la contaminación afecta a tu piel.