keedingnetMuchas personas sufren de una piel sensible, atópica o alérgicas a determinados productos, por eso deben crear el hábito de cuidar su piel toda la vida.

El cuidado de la piel sensible es para las pieles excesivamente sensibles o alérgicas, que necesitan en muchas el empleo de medicamentos cuando se producen determinadas reacciones: cuando aparecen ronchas, rojeces o arrugas excesivas lo más común es aplicar cremas antinflamatorias con corticoides, en otras circunstancias puede ser necesario el uso de antibióticos o de antihistamínicos.

En muchas ocasiones podemos evitar tener que llegar al extremo de la medicación tomando algunas precauciones para evitar dañar la piel. A continuación te damos unos consejos para el cuidado de la piel sensible:

  1. No utilices productos que puedan irritar la piel: usa jabones neutros y sin perfumes o sustitúyelos por limpiadores faciales suaves; usa champús poco agresivos como los de bebé. Los mejor es buscar la etiqueta de hipo alergénico en estos artículos. Selecciona muy bien tus cosméticos.
  2. Evita los baños muy largos en piscinas tratadas con productos desinfectantes o cloros, prevén el exceso de humedad en tu piel secándola muy bien y procura que las toallas no tengan restos de detergentes o suavizantes, para esto la mejor opción es Laundry Pro. Esquiva del exceso de sudor.
  3. Rehúye utilizar irritantes, como determinados alcoholes que resecan la piel, productos con sodio o sulfatos, fragancias, tintes y colorantes. Prueba los productos antes usarlos, pon un poco del producto en la parte inferior de la muñeca o detrás de la oreja y espera 48 horas.
  4. Emplea ropa más suave al tacto y ligera. Lo ideal es que si tienes reacciones alérgicas a los productos de lavado de ropa procures no utilizarlos.
  5. Protégete del sol, el frío, el calor y el viento. Aplícate protector solar de calidad antes de salir, aún en los días nublados.
  6. Sigue una dieta equilibrada y saludable para mantener la piel sana. Evita alimentos demasiado picantes o muy dulces. El agua y los zumos naturales mantienen tu piel hidratada.
  7. Prohibido el estrés: relájate y descansa bien. El insomnio afecta a la piel, acostarse temprano y dormir ocho horas ayuda a la regeneración de la piel. El estrés tiene un impacto directo sobre la piel, causa acné, deshidratación y la hace más susceptible a daños. Practica ejercicios de relajación.
  8. Mantén la piel limpia e hidratada pero usando cremas y productos de limpieza naturales para la piel sensible, con los menos productos químicos agregados y sobre todo sin perfumes. Los productos hidratantes ayudan a sellar la humedad y formar un escudo nutritivo y protector sobre la piel.
  9. No toques ni rasques la piel, mientras más lo hagas, más daño te provocas. La piel sensible acumula la suciedad más fácilmente, por lo que tocarse sólo empeorar las cosas. Ten siempre las uñas cortas y limpias.

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