dermatitis atópica en otoñoLos cambios pueden agravar los brotes de dermatitis atópica en otoño.

Estamos en una estación de cambios, que puede agravar la dermatitis atópica en otoño. Volvemos de las vacaciones y retomamos las jornadas laborales o el curso académico. Llega el cambio de temperatura ambiental, el frío, la humedad y empezamos a usar la calefacción en los hogares que provoca sequedad en el aire interior.

Todos estos factores nos producen una mayor sensibilidad cutánea, nuestra piel se resiente de todas estas alteraciones climáticas y también del estrés del cambio de rutina. Las personas que sufren dermatitis atópica pueden ver agravados los síntomas de esta enfermedad y notar descamaciones, picores en la piel que se reseca más en esta época del año. Determinadas alergias estacionales o alimentarias también pueden aumentar la incidencia de esta afección.

Incidencia de la Dermatitis Atópica en España

La Dermatitis atópica es una enfermedad crónica que padecen el 10% de los adultos en España y el 30% de la población infantil. Si uno de los padres tiene dermatitis los hijos tienen una probabilidad de heredarla del 40%, si los dos padres sufren esta alteración el porcentaje se eleva al 80%. Generalmente la dermatitis surge en el primer año de vida, pero puede presentarse en cualquier edad.

Síntomas más comunes de la Dermatitis Atópica

Los síntomas principales que presenta la Dermatitis atópica en otoño y también en otras épocas van desde la sequedad y enrojecimiento de la piel, descamaciones y heridas, infecciones producidas por hongos, virus, bacterias u otras sustancias tóxicas.

También pueden producirse otros síntomas más graves derivados de alergias, alimentos, tóxicos ambientales o medicamentos, como serían las crisis asmáticas o afecciones oculares como conjuntivitis o eccemas.

Consejos y recomendaciones para controlar la Dermatitis Atópica

Para evitar la aparición de brotes de dermatitis atópica en otoño lo mejor es seguir una serie de recomendaciones y consejos para cuidar la piel adecuadamente:

  • La hidratación es fundamental, con productos idóneos y específicos para el tratamiento de la dermatitis. La hidratación sirve para impedir la sequedad y los picores, pero no se deben usar las cremas para tratar lesiones de la piel.
  • Protegerse de ambientes muy secos por las calefacciones, usando un adecuado humidificador de ambientes.
  • Prescindir de elementos que nos puedan provocar irritaciones al contacto con la piel, como detergentes, perfumes, broches, determinadas etiquetas, etc…
  • Evitar abrigarnos demasiado o usar tejidos como la lana o las fibras sintéticas que en contacto directo con la piel pueden provocar picores.
  • Mantener una limpieza diaria en nuestro hogar para impedir que inhalemos polvo doméstico, pólenes u otros alérgenos del ambiente.
  • No tomar alimentos que nos pueden causar alteraciones en la piel, como picantes o cítricos.
  • Ducharse mejor que bañarse, con jabones neutros y agua tibia. No prolongar en exceso los baños.
  • Consultar al dermatólogo cuando se agraven los síntomas o brotes.