En un post anterior contábamos la peligrosidad para los niños de las cápsulas de detergente para lavar la ropa. Un tema importante y de actualidad como demuestra la campaña mundial que se ha llevado a cabo el pasado mes de marzo y sobre todo la recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) de que se modifiquen las presentaciones de estos productos peligrosos para los niños, de gran atractivo para ellos por sus colores vivos y brillantes, algo parecido a lo que ya se pidió en Estados Unidos el año pasado.
Pero además, esas cápsulas de detergente líquido salen un 40% más caras de media respecto a una cantidad equivalente en líquido detergente concentrado y la diferencia es mayor si se compara con detergente en polvo.
La comparativa la hizo la OCU, que también señaló al respecto otra serie de inconvenientes de estas cápsulas:
- Tienen un embalaje de plástico que se disuelve simplemente con agua, de ahí el peligro para los niños y además hay que mantenerlas en un lugar alejado de humedad, para que no se estropeen.
- La publicidad o las etiquetas pueden ser confusas, hay que tener muy en cuenta las advertencias de seguridad
- Al venir ya dosificadas podemos quedarnos cortos o de lo contrario despilfarrar, en este sentido no son eficaces.
- El detergente ya genera un residuo contaminante que se vierte a la red de aguas, pero además tenemos que añadir el plástico que las recubre porque aunque se disuelva en el agua crea un desecho perjudicial para el medioambiente.
- Por otro lado los envases contenedores de estos productos si son de plástico no reducen el impacto ambiental.
Detergentes en cápsulas: peligrosos y además caros