La ONU estableció el 8 de junio como Día Mundial de los Océanos para reconocer su importancia para la salud del planeta. Este año 2017 el lema es “Nuestros océanos, nuestro futuro”, en relación con la Conferencia de los Océanos que se está celebrando estos días en Nueva York.
Los océanos cubren el 71% de la superficie del planeta y albergan entre el 50 y 80% de la vida de la Tierra. Son de vital importancia ya que generan gran cantidad del oxígeno que respiramos, además de absorber emisiones de carbono.
Los océanos también regulan el clima y son fuente de vida, generan comida y nutrientes. Para muchos países son de gran transcendencia económica, porque influyen en su comercio, en la pesca y en el turismo.
El Día Mundial de los Océanos se celebra para informar a la opinión pública de las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos, para concienciar a la ciudadanía en favor de estos y movilizar a la población hacia el objetivo de la gestión sostenible de los océanos.
Erik Solheim, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en el marco de la Conferencia de los Océanos ha reclamado más acciones para frenar la contaminación de los océanos por residuos plásticos, señalando que ‘Estamos ante un grave problema, que pudiera traducirse para 2050 en la misma cantidad de peces que plástico en los espacios marinos’.
De los 288 millones de toneladas de basura que se producen al día el 10% acaba en los océanos, donde cada día se vierte el equivalente a 1.500 camiones de plástico. Estos residuos matan a los peces, que comen esos desechos y acaban en la alimentación humana. Esto también afecta al turismo y a los ecosistemas del mar.
La contaminación de los mares es un problema que nos afecta a todos y por ello todos debemos ser parte de la solución. Es muy importante que nos comprometamos a cuidar nuestros océanos, porque son los pulmones del planeta, una importante fuente de alimento y medicinas, así como lugares con una gran diversidad de vida y con un enorme potencial.
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